La historia de Colombia, a través del tiempo nos ha ido mostrando una marcada tendencia de la economía y de las empresas presentes en el país, en donde cada año es más complejo generar un proceso de ubicación y permanencia laboral en las estructuras organizacionales tradicionales o de las medianas y grandes empresas. El panorama anterior es coherente con las nuevas dinámicas generacionales que llegan a posicionarse dentro del mercado, encontrando generaciones que lejos de soñar con la estabilidad de un trabajo permanente y por años, se encuentran inmersos en dinámicas cambiantes y en la búsqueda permanente de oportunidades que los lleven a tener un futuro soñado, de acuerdo a los estándares disímiles e individuales.
El panorama anterior, es coherente con el marcado incremento de emprendimientos individuales y familiares que buscan arremeter ante estas situaciones de inestabilidad empresarial, y frente a las políticas que de antemano dejan clara la imposibilidad de acceder a una pensión, situación que hace parte de la proyección de las nuevas generaciones de unas décadas hacía adelante.
Sin embrago, es posible también observar que la arremetida de emprendimientos algunos formales otros informales, son bastamente fluctuantes, al día más de 10 ideas de negocio son abiertas al público, pero 8 de ellas no logran llegar al trimestre de comercialización, panorama similar en proporciones con las empresas que anualmente sor registradas ante las Cámara de Comercio, y las estadísticas de renovación de los registros. Situación que pone en crisis esta nueva dinámicas social, económica y de desarrollo del país, pues lejos de convertirse en una oportunidad real, se convierte en una idea fluctuante y frustrante para los que se atreven a tomarla para su vida.
Al generar un estudio de la situación, las motivaciones por las cuales los nuevos emprendedores desisten de sus ideas de negocio, algunos sin siquiera haber recuperado la inversión, se comienzan a dilucidar aspectos de país, que se enraízan en la elevada carga tributaria, que se lleva los costos y ganancias de estas ideas, a la falta de equidad para acceder a recursos de apalancamiento o a procesos de licitación con el estado en igualdad de condiciones con otras organizaciones, y a los elevados costos que deben asumirse en la construcción de la marca, de la idea de negocio, de los costos y soportes jurídicos y financieros requeridos y en general de toda la dinámica que se teje alrededor de generar un emprendimiento que pueda llegar a competir directamente con las empresas que ya se encuentran posicionadas en el mercado. Uno de los costos más elevados de acuerdo a la opinión de los emprendedores, se encuentra soportado en los honorarios de los asesores de una u otra línea estratégica dentro del emprendimiento, el abogado, el contador, el publicista, el mercadólogo o comunicador, el administrador y demás profesiones de acuerdo a la línea de negocio que se esté trabajando.
Teniendo en cuenta este contexto general, es que nace la idea de la Escuela Colombiana de Emprendedores, una apuesta de apoyo dentro del proceso de emprendimiento colombiano, que le permita a los interesados prepararse incluso desde antes de generar una inversión, de la mano con los profesionales requeridos, para poder ir construyendo y forjando su idea de negocio hasta hacerla realidad, sin asumir costos elevados. Un espacio en el que los emprendedores puedan conocer de forma aplicada todo el proceso de consolidación empresarial del país, generando habilidades que le permitan realizar trámites sencillos y en caso de requerirlo, contratar los servicios profesionales de asesores o consultores pero con conocimiento de las líneas que requiere trabajar y el motivo por el cuál las quiere trabajar.
La ECE, nace de esa necesidad de generar procesos de guía y apoyo permanente y personalizado a las personas interesadas en incursionar al maravilloso mundo del emprendimiento, ayudándolos a conocer el camino, las dificultades y las estrategias para hacerlo más placentero. Un grupo de profesionales desde el derecho, la contaduría, la administración, la ingeniería, la administración, la economía, trabajando de la mano con su propuesta de negocio, ayudándole a tangibilizar paso a paso su estrategia desde un modelo de formación teórico práctico no formal, donde usted aprende y conoce a la medida de sus necesidades.
La Escuela Colombiana de Emprendedores es un proyecto que busca fortalecer el proceso de emprendimiento en el país, entendiéndolo como un ejercicio que requiere mentoría permanente, buscando generar los más efectivos resultados dentro del procesos, desde la concepción y construcción de la idea de negocio, pasando por los índices financieros, la regulación, los estudios de mercado y la logística requerida hasta llegar a la producción de la primera línea comercial y su proceso de acercamiento al cliente final.
Para Manage Consulting la magia del emprendimiento se encuentra radicada en la capacidad de facilitarle el proceso a los emprendedores, que podrán enfocar su energía en innovar en el ejercicio de construir propuesta ganadoras y adaptadas a las necesidades reales y proyectivas del mercado y no en las preocupaciones propias de la falta de conocimientos y de recursos para tener una asesoría integral.
Muy pronto esperamos poder abrir las puertas a los interesados en hacer parte de este grupo de colombianos que cambiaran la historia del país.
ECE. ESCUELA COLOMBIANA DE EMPRENDEDORES
Idea con sello 100% colombiano.
La historia de Colombia, a través del tiempo nos ha ido mostrando una marcada tendencia de la economía y de las empresas presentes en el país, en donde cada año es más complejo generar un proceso de ubicación y permanencia laboral en las estructuras organizacionales tradicionales o de las medianas y grandes empresas. El panorama anterior es coherente con las nuevas dinámicas generacionales que llegan a posicionarse dentro del mercado, encontrando generaciones que lejos de soñar con la estabilidad de un trabajo permanente y por años, se encuentran inmersos en dinámicas cambiantes y en la búsqueda permanente de oportunidades que los lleven a tener un futuro soñado, de acuerdo a los estándares disímiles e individuales.
El panorama anterior, es coherente con el marcado incremento de emprendimientos individuales y familiares que buscan arremeter ante estas situaciones de inestabilidad empresarial, y frente a las políticas que de antemano dejan clara la imposibilidad de acceder a una pensión, situación que hace parte de la proyección de las nuevas generaciones de unas décadas hacía adelante.
Sin embrago, es posible también observar que la arremetida de emprendimientos algunos formales otros informales, son bastamente fluctuantes, al día más de 10 ideas de negocio son abiertas al público, pero 8 de ellas no logran llegar al trimestre de comercialización, panorama similar en proporciones con las empresas que anualmente sor registradas ante las Cámara de Comercio, y las estadísticas de renovación de los registros. Situación que pone en crisis esta nueva dinámicas social, económica y de desarrollo del país, pues lejos de convertirse en una oportunidad real, se convierte en una idea fluctuante y frustrante para los que se atreven a tomarla para su vida.
Al generar un estudio de la situación, las motivaciones por las cuales los nuevos emprendedores desisten de sus ideas de negocio, algunos sin siquiera haber recuperado la inversión, se comienzan a dilucidar aspectos de país, que se enraízan en la elevada carga tributaria, que se lleva los costos y ganancias de estas ideas, a la falta de equidad para acceder a recursos de apalancamiento o a procesos de licitación con el estado en igualdad de condiciones con otras organizaciones, y a los elevados costos que deben asumirse en la construcción de la marca, de la idea de negocio, de los costos y soportes jurídicos y financieros requeridos y en general de toda la dinámica que se teje alrededor de generar un emprendimiento que pueda llegar a competir directamente con las empresas que ya se encuentran posicionadas en el mercado. Uno de los costos más elevados de acuerdo a la opinión de los emprendedores, se encuentra soportado en los honorarios de los asesores de una u otra línea estratégica dentro del emprendimiento, el abogado, el contador, el publicista, el mercadólogo o comunicador, el administrador y demás profesiones de acuerdo a la línea de negocio que se esté trabajando.
Teniendo en cuenta este contexto general, es que nace la idea de la Escuela Colombiana de Emprendedores, una apuesta de apoyo dentro del proceso de emprendimiento colombiano, que le permita a los interesados prepararse incluso desde antes de generar una inversión, de la mano con los profesionales requeridos, para poder ir construyendo y forjando su idea de negocio hasta hacerla realidad, sin asumir costos elevados. Un espacio en el que los emprendedores puedan conocer de forma aplicada todo el proceso de consolidación empresarial del país, generando habilidades que le permitan realizar trámites sencillos y en caso de requerirlo, contratar los servicios profesionales de asesores o consultores pero con conocimiento de las líneas que requiere trabajar y el motivo por el cuál las quiere trabajar.
La ECE, nace de esa necesidad de generar procesos de guía y apoyo permanente y personalizado a las personas interesadas en incursionar al maravilloso mundo del emprendimiento, ayudándolos a conocer el camino, las dificultades y las estrategias para hacerlo más placentero. Un grupo de profesionales desde el derecho, la contaduría, la administración, la ingeniería, la administración, la economía, trabajando de la mano con su propuesta de negocio, ayudándole a tangibilizar paso a paso su estrategia desde un modelo de formación teórico práctico no formal, donde usted aprende y conoce a la medida de sus necesidades.
La Escuela Colombiana de Emprendedores es un proyecto que busca fortalecer el proceso de emprendimiento en el país, entendiéndolo como un ejercicio que requiere mentoría permanente, buscando generar los más efectivos resultados dentro del procesos, desde la concepción y construcción de la idea de negocio, pasando por los índices financieros, la regulación, los estudios de mercado y la logística requerida hasta llegar a la producción de la primera línea comercial y su proceso de acercamiento al cliente final.
Para Manage Consulting la magia del emprendimiento se encuentra radicada en la capacidad de facilitarle el proceso a los emprendedores, que podrán enfocar su energía en innovar en el ejercicio de construir propuesta ganadoras y adaptadas a las necesidades reales y proyectivas del mercado y no en las preocupaciones propias de la falta de conocimientos y de recursos para tener una asesoría integral.
Muy pronto esperamos poder abrir las puertas a los interesados en hacer parte de este grupo de colombianos que cambiaran la historia del país.
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